Oscar Hernández Bernalette
Quiero dedicar este artículo a la gente de Ecoprácticas, que con su campaña multimedia desde Venezuela para la conservación del ambiente y su uso sustentable, así como por su constancia en alertar y educarnos en la preservación ambiental, se han convertido en un ejemplo para nuestra región.
Mañana sábado se celebra, al igual que todos los años en distintas fechas, el Día de la Sobrecapacidad.
Entendemos por sobrecapacidad en general el exceso de capacidad de algo… para soportar. En este caso nos referimos es a la sobrecapacidad del planeta Tierra. Sí, es el día en que se llega al nivel de lo que se consume y que el orbe regenera en un año. Está relacionado con la dilapidación que hacemos y la biocapacidad de la Tierra entendida esta como el “aforo” que tiene un planeta de abastecer recursos naturales útiles y absorber los desechos generados por los humanos. En otras palabras, la Tierra regenera los recursos que nosotros consumimos, pero si el consumir no es de manera sostenible estamos ante el forzamiento de la capacidad del planeta de poder ser equilibrado entre lo que se consume y lo que es capaz de producir. El futuro está a prueba precisamente cuando ese equilibrio no es tal, en cada generación se pone a prueba esa capacidad y de continuar así las próximas no tendrán manera de sobrevivir.
Los expertos indican que el Día de la Sobrecapacidad o Día del Exceso se ha venido adelantando desde 1970. Ese año fue el 23 de diciembre hasta, por ejemplo, el 1 de agosto de 2018, año en que solo se necesitaron 7 meses para agotar los recursos que se produjeron hasta esa fecha. La variable mide el conjunto de todos los países, pero también se pueden medir los países individuales. La mayoría consume sus recursos por encima de su capacidad de regeneración. La data se obtiene a partir de la huella ecológica, entendida esta como indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos.
De acuerdo con Global Footprint, la Huella Ecológica mide la cantidad de tierra y agua biológicamente productivas que un individuo, una región, toda la humanidad o determinada actividad humana requiere para producir los recursos que consume y absorber los desechos que genera. Afirman especialistas que “el balance de uno a uno se rompió a inicio de la década de 1970, y actualmente se necesita el equivalente a 1,7 planetas Tierra para sostener la intensidad de apropiación anual”.
Al igual que muchas organizaciones preocupadas por esta realidad, se afirma que podemos contribuir con el siguiente decálogo:
Este 22 de agosto marcará lo que hemos consumido más de lo que el planeta puede regenerar durante este ya golpeado 2020. No es para alegrarnos, pero si para tomar conciencia. No podemos bajar la guardia, es clave para el futuro de nuestros hijos y futuras descendencias, la desertificación del planeta crece a pasos agigantados y para quienes tenemos la dicha de vivir en una región verde hay que luchar por preservarle.
Embajador de carrera. Actualmente se desempeña como Director de Relaciones para la Integración y Cooperación del SELA.
Artículo disponible en el Diario El Nacional.