El tema de servicios es un tema pertinente, y de creciente actualidad, hoy más aún, dado que, según las proyecciones de la OCDE, dentro de unos años serán el 75% del comercio mundial, en la economía mundial que se reconformando y estimo, que hoy trascienden otras esferas de las preocupaciones tanto de los hacedores de cómo de los decisores de políticas públicas, por lo importante del tema tanto desde el punto de vista externo como interno.
Diversos intelectuales se han preocupado de la importancia de este importante sector de la economía mundial y venezolana en particular. Que yo sepa el venezolano que más le dedicó tiempo de estudio y reflexión, al tema de los servicios en el caso venezolano, ha sido el destacado economista lamentablemente fallecido hace unos años el catedrático Guillermo Márquez, profesor de la UCV, mi profesor en el potsgrado de economía internacional.
Ahora bien, la creciente importancia de los servicios en los países desarrollados, y en la economía interna de los países emergentes, propiciaron que ese sector se convirtiera en el determinante principal de la productividad y la competitividad en la economía mundial, desde hace 40 años por lo menos. El aumento del intercambio mundial en servicios fortaleció los vínculos entre comercio, tecnología, inversión. Es tal su magnitud y complejidad, porque son indicadores fundamentales del grado de madurez de una economía en vista de su contribución al crecimiento económico, para la transformación productiva, para el equilibrio dinámico de la balanza de pagos y para la generación de empleos, con fuerte presencia de las pequeñas y medianas empresas. Los servicios desempeñan una función primordial de aumento de la eficiencia y la productividad tanto de otros segmentos del propio sector, así como de la industria y la agricultura. Concurren para bajar y/o disminuir costos de producción y agregación de valor, bien para racionalizar y facilitar operaciones y habilitar el comercio.
En efecto, los servicios se mantienen en el tope de la agenda internacional desde el punto de vista económico desde los años 80, por varias razones: 1- Por la alta participación dentro del PIB que tiene el sector servicios al seno de las economías de los países industrializados y el peso cada vez más importantes en exportaciones de países los emergentes como se ve en el caso de países como la India, México, Brasil, por ejemplo. 2- La velocidad e intensidad de la revolución tecnológica en la electrónica, informática, telecomunicaciones, nanotecnología, la biotecnología, que ha incidido en la evolución de este sector. 3- Por la intensificación del rol de los servicios como insumo intermedio en la producción para procesos de externalización. 4- Por el rol de los servicios en la telemática. Esto ha producido grandes cambios en la estructura técnico-productiva de nuestros países. Una modificación en el modo de crecimiento, del modelo capitalista en estos últimos años.
Ahora bien, los denominados servicios intensivos en conocimiento, tales como servicios contables, jurídicos, económicos, de consultoría política, audiovisuales, diseño, publicidad, programas computacionales; sobre todo software y servicios informáticos, investigación desarrollo y salud y educación, son fundamentales en la era del conocimiento. Muchos de estos servicios son exportados, aún pesar de la naturaleza intangible del comercio de servicios y las dificultades para su registro, se considera que el 20% del comercio mundial está centrado en este sector tan importante de la economía mundial.
Los servicios son casi el 70% del PIB. Hoy las exportaciones globales de servicios llegan a cerca 4 billones de dólares según datos de la UNCTAD de las economías capitalistas en vías de desarrollo o desarrolladas y por el porcentaje del empleo que tienen de hoy en día, vienen de este sector intensivo en conocimiento, un porcentaje equivalente a los 1,6 billones de dólares. Cuáles son los principales servicios, primero están los gubernamentales, englobando en ellos los de salud, educación, seguridad, administración de justicia, financieros estatales, de comercio exterior, política exterior, entre otros. Otros, que debemos considerar son los informáticos y telemáticos en diferentes áreas, de comunicación, transporte de personas y bienes, sean estos aéreos, marítimos y terrestres, banca y seguros, consultoría e ingeniería, construcción, entretenimiento y esparcimiento, turismo, entre otros. Como se puede observar, es un sector amplio y extenso, con una fuerte influencia no solo en la economía de nuestros países, sino en la economía mundial. El estado es un productor de servicios importante.
En el caso de los servicios, el dinamismo de las exportaciones y las importaciones regionales de viajes y de transporte también muestra una tendencia descendente desde los niveles máximos alcanzados en el último trimestre de 2021. Ello es reflejo de la avanzada recuperación del turismo internacional, la tendencia a la baja de los fletes marítimos y la debilidad que ha presentado el comercio regional de bienes en 2023. En contraste, el dinamismo del comercio de servicios modernos se ha mostrado más estable. En el segundo trimestre de 2023, las exportaciones de esta categoría crecieron a una tasa interanual del 17%.
Este fenómeno se da hoy con mayor intensidad porque es propio de la evolución del sistema capitalista postindustrial, debido a los increíbles cambios científico-tecnológicos en todos los campos y además, por la evolución de las modificaciones en la tecnología de la información. Las comunicaciones se han vuelto instantáneas, el concepto de espacio y tiempo se ha reducido: con cada revolución tecnológica y en particular la de los últimos 50 años, se ha producido no solo una reorganización de estructura productiva, sino de las instituciones gubernamentales, de la sociedad y del papel de los servicios en el seno de la economía mundial. Hoy hay grandes cadenas de valor, de lo cual depende de la competividad.
Estos servicios pueden dividirse en dos tipos: servicios de valor y servicios de costo. Los servicios de valor corresponden a actividades que añaden valor al proceso de producción y aumentan la productividad y el rendimiento del capital. Estos servicios se concentran en los países desarrollados, donde la oferta de capital humano y desarrollo tecnológico es mayor. Los servicios de costos contribuyen a la competitividad de las empresas y aumentan la eficacia de la producción. Sin embargo, no contribuyen a la diferenciación del producto. En la fase actual del cambio estructural, la trayectoria de crecimiento de los países depende del tipo de servicio que se desarrolle, de su grado de competitividad y de su nivel de integración con el sector industrial. Algunos países dispondrán de servicios altamente competitivos e integrados en el sector industrial, mientras que otros tendrán graves deficiencias de producción. Este ese el dilema de política pública que tendrán que dilucidar los países en vías de desarrollo.
Esto es así, en virtud de la estrecha conexión entre tamaño, innovación y productividad, la abundancia de empresas y emprendimientos pequeños y unipersonales de baja formación ha sido señalada como una de las razones que explican la baja productividad y en consecuencia competitividad de la región en la desafiante economía mundial. Gracias a las tecnologías de la información que han abaratado y acelerado la generación en forma notable la generación, almacenaje, procesamiento, y transmisión de la información. Ahora los servicios son provistos de manera remota. Por de pronto, queda seguir estudiando la importancia de este sector por su influencia en la economía tanto nacional como mundial. Hay que aprovechar las ventajas comparativas reveladas.
Por lo tanto, investigar cómo participa América Latina en las cadenas globales de valor y qué sectores son los más importantes contribuye a evaluar el desempeño de la región. En ese sentido, invitó a revisar las contribuciones de la literatura y bibliografía de la CEPAL y, además, observar el papel de los servicios en el desarrollo económico y la relación países desarrollados y en vías de desarrollo mostró que la proporción de materias primas en las exportaciones de minerales y metales de la región casi se duplicó en los últimos 20 años. Al mismo tiempo, disminuye la proporción de productos acabados y, en menor medida, semiacabados. La región está presente en las primeras etapas de las cadenas de valor, pero pierde participación en los eslabones con mayor nivel de procesamiento a lo largo de dichas cadenas.
En este orden de ideas, en el caso de Venezuela, país, que mientras los servicios, no mejoren de funcionamiento, su calidad y eficiencia, no avistaremos el desarrollo y la modernidad, sobre todo en los informáticos, telecomunicaciones de televisión por cable o satélite (Intercable, Supercable y Simple TV estos últimos de una pésima calidad), y en otros como de educación, salud, seguridad, agua, electricidad, comunicaciones y los distintos servicios de la administración pública, que presta al ciudadano de a pie, que son la muestra si un país avanza en su desarrollo.
Por ello es perentorio, hacer una política pública en esta materia en lo siguiente: integración de los segmentos productivos nacionales a las cadenas de globales de valor, segundo, ingreso del país de inversiones extranjeras directas que generen valor y crecimiento, tres, diseminación de servicios de alto contenido tecnológico en el mercado interno y cuarto, agregación de valor a las exportaciones nacionales de bienes y servicios.
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Fuente: https://www.eluniversal.com/el-universal/169866/servicios-en-la-era-del-conocimiento