En 1972, representantes de tres países americanos de habla española, Venezuela, México y Perú, suscribieron un acuerdo de constitución de un organismo internacional, el CLAD, bajo los auspicios de la ONU, que lo consagró en su Asamblea de 1974. La finalidad esencial de aquel organismo es precisamente fortalecer la administración pública, tan necesitada hace 50 años como ahora de instituciones sólidas.
En su acta constitutiva, el 30 de junio de 1972 en Caracas, celebrada bajo el gobierno venezolano de Rafael Caldera, se redactó el proyecto del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), “habiéndose recibido la opinión favorable de un considerable número de países”. Parece que los firmantes del acta constitutiva, Rodolfo José Cárdenas (Venezuela), Alejandro Carrillo Castro (México), Luis Barrios Llona (Perú), fueron certeros al considerar que los países iberoamericanos se adherirían progresivamente al organismo hasta llegar a la situación actual, en la que todos pertenecen y colaboran activamente en él. Conviene recordar los miembros en la actualidad: Venezuela, México, Perú, República Dominicana, Chile, Bolivia, Argentina, Colombia, Ecuador, Honduras, Guatemala, Panamá, Nicaragua, Costa Rica, España, Uruguay, Brasil, Cuba, El Salvador, Paraguay, Portugal, Andorra, Angola y Guinea Ecuatorial como observador.
La creación del CLAD fue respaldada por la Resolución 2845-XXVI de las Naciones Unidas, con la idea de establecer una entidad regional que tuviera como eje de su actividad la modernización de las administraciones públicas, un factor estratégico en el proceso de desarrollo económico y social.
Su labor está destinada esencialmente a la organización de eventos y reuniones para poner en valor las actividades de las administraciones públicas, la formación y los procedimientos de selección de funcionarios, la igualdad de género en las administraciones, así como el fomento del cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), la realización de publicaciones, especialmente mediante la revista Reforma y Democracia, y en general la realización de reuniones sobre temas relacionados con las administraciones públicas con participación de los delegados de los países miembros.
Como consecuencia de la pandemia y los adelantos tecnológicos derivados de ella, el CLAD ha desarrollado 150 webinars que en los 3 últimos años han tenido ya más de 100.000 seguidores en su canal de YouTube. Consisten las webinars en conferencias que imparten destacados académicos y científicos sobre temas relacionados con la administración pública, como el Estado exponencial, la innovación de las administraciones públicas, la profesionalización de la administración, la inteligencia artificial o la digitalización de los procedimientos administrativos. Además, se realiza la transmisión en vivo de todos sus actos para que así puedan ser seguidos por los interesados, que proceden de todos los países miembros e incluso de lugares tan alejados como Lituania, participando habitualmente en sus cursos virtuales, impartidos por destacados especialistas iberoamericanos.
Anualmente, se celebra el Congreso Internacional que va ya por su XXVII edición. Se ha celebrado en 15 países y reúne cada año a cerca de 1.500 personas. En el último Congreso organizado, a pesar de estar en la pandemia, participaron presencialmente 800 personas y de forma virtual 1.500. Precisamente, es esta una característica importante para el CLAD, porque son partidarios de la digitalización de procedimientos, de la introducción de las tecnologías y la inteligencia artificial en las administraciones públicas, sin olvidar la necesaria atención a las personas con discapacidades o cuyas circunstancias les impiden una conexión adecuada a causa de la distancia o por razones económicas.
En el marco de la campaña mundial por la extensión y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, este organismo desarrolla actividades para lograr sus objetivos. La gestión pública y los ODS están indisolublemente unidos, porque en definitiva el alcance de cada una de sus metas está íntimamente relacionado con una gestión eficaz de las políticas públicas. Son ejemplos evidentes la educación, la lucha contra la desigualdad y la pobreza, el funcionamiento de las administraciones. En definitiva, en todas las políticas públicas interesa a los ciudadanos una gestión pública eficaz y eficiente. No son solo los Objetivos especialmente relacionados con la administración como los ODS 16 y 17, sino todos ellos.
Por eso interesa destacar algunas ideas esenciales de esta organización. La primera es que la administración pública debe estar constituida por profesionales permanentes, que desarrollen las políticas públicas sin estar sometidos a los vaivenes derivados de los procesos electorales. En este sentido, la gestión de la victoria electoral en Brasil puede ser la manifestación de una democracia consolidada donde las administraciones siguen su curso o la muestra de una tormenta de carácter negativo.
Desde su fundación, el CLAD sigue trabajando para fortalecer las administraciones y para erradicar lo que hoy, al contrario de lo que ocurre en los países desarrollados, es una triste realidad: la llegada del bloque rival a palacio implica lo mismo que antes suponían los golpes de Estado o las revoluciones, un cambio total (Granés, 2022).
La administración pública debe siempre responder a sus obligaciones previstas en las leyes y, en consecuencia, atender de oficio las demandas ciudadanas. Por tanto, debe ser eficaz puesto que, si no lo es, la confianza ciudadana, como ocurre con frecuencia, se desmorona. Tras la pandemia, los episodios de algunos países han hecho retroceder los logros alcanzados con anterioridad.
La pervivencia de organismos como el CLAD, que va a celebrar su XXVII Congreso este mes de noviembre en Sucre (Bolivia) y que realiza su primer curso presencial en Caracas con alumnos procedentes de los 24 países miembros, es una buena noticia para los ciudadanos, porque estos servidores públicos van a recibir una capacitación necesaria para prestar sus servicios con mayor calidad y cercanía hacia los ciudadanos. Destacados especialistas como Carles Ramió, Fernando Grillo y Dante Mendoza han impartido sus enseñanzas en él.
Artículo disponible en El Nacional.