El propósito del libro es ofrecer un panorama conceptual del gobernar del gobierno y proponer una teoría. El gobernar comprende tal número y complejidad de normas, acciones, relaciones, componentes, recursos y circunstancias, que cualquier intento de comprenderlo y explicarlo parece destinado al fracaso teórico o a desembocar en un producto intelectual menor. Es un riesgo que he asumido y considero que no es una aventura intelectual temeraria, porque recapitula mi vida académica, enfocada en temas de gobierno, gobernanza, política pública, administración pública. Sin embargo, sería presuntuoso declarar que estoy por ofrecer una teoría acabada del gobierno. Hago una propuesta criticable, pero estructurada, que ordena los componentes constitutivos de su calidad y efectividad directiva.
El foco del libro es la efectividad del gobernar, que desde años atrás ha sido el centro de mi atención y de otros colegas, en sintonía con la preocupación y las interrogantes de los ciudadanos. La legitimidad de la posición y la acción del gobernante, que fue la cuestión prioritaria de la Transición Democrática al final del siglo pasado en la región latinoamericana, es indudablemente la condición necesaria de la efectividad directiva del gobierno, pero es insuficiente. La efectividad tiene una lógica diferente de acción. Incluye los valores, principios y normas de la sociedad en forma de Estado, pero va más allá y comprende las bases de datos empíricos, las relaciones causales de las ciencias, los sistemas tecnológicos, los métodos de investigación y experimentación, las competencias gerenciales. Gobernar es una acción performativa y no solo discursiva, comprometida con la materialización social de los valores humanos y no solo con su predicación.
Mi elaboración conceptual se apoya en las tesis fuertes y duraderas que han producido autores que aprecio como guías ilustradas, pero no ha sido mi interés reproducirlas detalladamente ni dedicarme como alumno aplicado a citarlas y glosarlas a cada paso, para blindar con su autoridad mi reflexión personal. Dejo también de lado la inmensa producción de investigadores inteligentes y extraordinarios (latinoamericanos, europeos, angloamericanos, asiáticos) con diversos temas, problematizaciones, enfoques y conjeturas sobre el gobierno democrático y su desempeño directivo. No me dedico a exponer, comentar, resumir o debatir sus supuestos conceptuales, hipótesis, bases de datos, procesamientos estadísticos, estudios de caso, conclusiones y recomendaciones que llevarían a discusiones punto por punto en innumerables asuntos particulares y que, por lo leído, prejuzgo que fragmentan la cuestión de la gobernanza del gobierno y detienen el avance hacia la sistematización de los elementos cardinales de una teoría del gobierno.
Mi propósito ha sido elaborar un texto de utilidad para las nuevas generaciones de estudiantes y ofrecerles un panorama de los conceptos, principios, normas, propiedades y problemas del gobierno democrático, y una propuesta teórica integradora de su acción de gobernar. El tono didáctico de la exposición en algunos temas obedece a este propósito. Sin embargo, me alegraría saber que ofrece pistas a los ciudadanos que navegan en el mar agitado de la vida social contemporánea, con sus problemas embrollados y elusivos, y buscan las condiciones exigibles que hagan posible una dirección de la sociedad más acertada y satisfactoria. Me alegrará también saber que la propuesta de una teoría del gobierno despierta el interés de los colegas y genera críticas y contrapropuestas, que son indispensables para avanzar hacia la elaboración de una robusta teoría del gobierno.
Luis Aguilar Villanueva