Directivos públicos y redes de integración


Las redes de relación y comunicación, ahora tan usadas de forma continua por los ciudadanos, y frecuentemente criticadas, tienen también aspectos positivos, como la instantaneidad del conocimiento de las noticias o las relaciones de amistad. Desde el punto de vista profesional su importancia no es menor. De hecho, las escuelas de negocios, fundadas en el mundo iberoamericano a partir de los años cincuenta del siglo pasado, ofrecían no sólo conocimientos, técnicas o buenas prácticas, sino sobre todo pertenencia a redes de profesionales, senda efectiva de posteriores oportunidades de empleo.

En las administraciones públicas, estas redes han sido desconocidas y escasamente fomentadas. Sin embargo, son un vehículo esencial para extender buenas prácticas innovadoras, experiencias relevantes y también para dar cuenta de éxitos y fracasos de gestión pública.

En Santo Domingo, el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), con el apoyo de CAF y AECID, ha celebrado un taller de competencias estratégicas para 33 altos funcionarios procedentes de República Dominicana, Brasil, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá, Cuba, España, Portugal, Honduras, El Salvador, Guatemala, Costa Rica y México.

La conexión es inmediata. La amistad y cercanía se demuestra pocas horas después del comienzo del curso, Es probable, además, que esta conexión dure muchos años y sea un elemento importante de las carreras profesionales de los asistentes y quien sabe si de procesos de acercamiento hacia una integración de los países.

La integración de los países iberoamericanos se construye poco a poco, destacando las afinidades y asuntos comunes, desarrollando el comercio y las normas de aplicación en todos los territorios, eliminando fronteras o reduciéndolas a su mínima expresión. Pero hay un aspecto que nos interesa especialmente acentuar: conseguir que los directivos públicos, que desempeñan su labor en cada uno de los países y que son decisivos para la formulación de las políticas públicas, se conozcan, trabajen juntos, debatan y aprendan, no sólo de las materias que se imparten como el liderazgo y el trabajo en equipo en las administraciones públicas, la ética en la administración, la innovación y el cambio, la historia de la profesionalización de los servidores públicos, las tecnologías.

Pero quizás lo más importante de la capacitación a los directivos es instruirles en técnicas de liderazgo y trabajo en equipo, que les enseñen a resistir ante los cambios bruscos, incluyendo los que atañen los responsables gubernamentales, cada vez de más corto desempeño. No hay que enseñar con tanto denuedo sobre conocimientos, sino probablemente dedicar más esfuerzos a las habilidades transversales. Una importante característica es la capacidad de generar confianza, de predicar con el ejemplo y… transmitir que “están comprometidos con nosotros, no solo con su propio ego”. (Elda Cantú, 2023).

En los debates se trataron además temas relacionados el auge de las tecnologías, que coloca a las administraciones ante nuevos desafíos como el derecho al acceso a las Tecnologías de la Información y las comunicaciones, así como a la garantía del funcionamiento de estos accesos y de los ciudadanos a no ser discriminados. La tecnología ayuda, pero no resuelve todos los trámites, especialmente si no hemos cambiado el lenguaje de los impresos y solicitudes haciéndolos más comprensibles, y especialmente, si no hemos eliminado la petición de datos ya en poder de las administraciones públicas.

Mas hace por la integración las iniciativas como esta que potentes declaraciones cuya vigencia no supera las pocas horas después de la cumbre correspondiente. Cuando estos profesionales desempeñen en su país relevantes responsabilidades tendrán una red de directivos públicos cercanos con los que seguramente resolverán muchos problemas y comprenderán posiciones diferentes y enfoques singulares. El diálogo entre ellos acercará a sus países. Será en definitiva que deje de ser verdad que, para avanzar en la integración de los países iberoamericanos, con cultura e historia común, tengamos que seguir esperando y que esta sea una espera tensa y callada, llena de azares y de albures. (Uslar Pietri, 1976).

Los más recientes trabajos sobre las competencias del futuro en las organizaciones públicas insisten en reclamar la creatividad y la capacidad de innovación para que las instituciones puedan afrontar sus retos, reclamando para la gestión pública del futuro habilidades como la innovación, la creatividad, la curiosidad, la anticipación, la iniciativa, la orientación al ciudadano, el pensamiento crítico, el pensamiento sistémico o el pensamiento adaptativo y novedoso.

Una conclusión relevante es que, en el transcurso de los debates, continuos y de relevancia, era difícil reconocer la procedencia del asunto, porque más allá de la identificación, en su caso, del acento característico, los problemas o las soluciones presentadas se aplican a todos los países y descubrimos que las fronteras eran artificiales: ¿qué diferenciaba a Perú, de Colombia, o de Bolivia? Nada, absolutamente nada. (Vargas Llosa, 2023).

En fin, una actividad que integra y no separa a los pueblos y administraciones iberoamericanas.

Artículo publicado en El Nacional.