Es crucial que el rector del sistema de recursos humanos del Estado preserve su autonomía técnica.
Sin prisa, pero sin pausa en el último año y medio, Servir logró que peruanos y peruanas recuperasen una fe perdida. La fe en que un mejor servicio civil era posible y que una institución pública, aún de pie, estaba luchando por evitar que el Estado fuese devastado por completo. Con una agenda estratégica clara, Servir podrá seguir en esta senda, al menos en cinco ejes priorizados:
El primer eje: implementación agresiva de la reforma del servicio civil. Es preciso seguir avanzando en una autopista de dos carriles. El carril de corto plazo aprobando una propuesta lista y costeada de incorporar a 4,000 personas en 14 entidades públicas durante 2023. Se requiere una inyección de 100 millones de soles, reforzar los recursos de Servir para que dé soporte a las 14 en sus concursos a gran escala; y mucha voluntad política del más alto nivel (como suele necesitarse). En el carril del mediano plazo está la redefinición de las reglas del pase de entidades públicas a la Ley 30057. Que sea más sencillo, pero idóneo y meritocrático; progresivo pero obligatorio. Es imperioso, además, que exista, de una vez por todas, una carrera pública digna. Hemos dejado una propuesta prácticamente lista para su aprobación.
El segundo eje: Con Punche Perú. Un proyecto aprobado con el DU 002-2023, que destina 100 millones de soles a la conformación de equipos directivos de alto rendimiento (con perfiles, metas de obligatorio cumplimiento, monitoreo, asistencia técnica permanente y evaluación de desempeño hechos por Servir) en los 25 gobiernos regionales y 262 municipalidades con mayor presupuesto en inversión, Proyectos de inversión pública con servidores idóneos y con los valores de la reforma del servicio civil permitirán que en el territorio se hagan realidad las obras de agua, saneamiento, caminos, colegios, entre otros. El éxito de esta apuesta inédita y de rápida inoculación de idoneidad en una prioridad para el país como es la reactivación económica, permitirá seguir escalando a otras prioridades.
El tercer eje: talento joven. De acuerdo a la encuesta nacional de hogares, solo un 19% de servidores públicos son jóvenes; y de ellos, el 50% son informales. Los jóvenes necesitan opciones reales de acceder al Estado y este de renovar sus cuadros progresivamente. Como ocurre en Colombia, Chile o Reino Unido, es preciso que Servir centralice la atracción de talento joven de todo el territorio. Que los mejores egresados de todas las universidades ingresen a un curso de extensión universitaria impartido por Servir a través de la Escuela Nacional de Administración Pública. Que los más destacados entre ellos sean incorporados en ministerios, gobiernos regionales, municipalidades y entidades en general; y los mejores a su vez, sean reclutados en el servicio civil. Esperamos que los proyec tos normativos y de implementación que dejamos listos se aprueben y ejecuten.
El cuarto eje: redefinir la organización de Servir. Hija de su tiempo, la autoridad nacional del recurso humano público ha sido esencialmente limeña. Necesita desconcentrarse, institucionalizar el diálogo con sindicatos y actores del sector privado, y que las direcciones de recursos humanos de todo el país formen parte de su estructura. Es tan importante atender las demandas de un ministerio, un gobierno regional o una municipalidad, como las que plantean los representantes de los servidores públicos. También lo es que y promuevan talento para todo el Estado; y se destierre los intentos de manipulación de sus decisiones. Avanzamos, pero aún queda mucho camino por recorrer.
El quinto eje: la supervisión. Debe continuar con más fuerza y más recursos del tesoro. Solo así se podrá preservar la idoneidad y mérito en los cargos públicos y defender los derechos de los servidores y servidoras. En 2022, Servir informó que 260 personas fueron desvinculadas, entre ellas 6 viceministros, 3 secretarios generales y una directora de programa; y este año, se está supervisando las denuncias de cientos de servidores CAS que habrían sido injustamente despedidos. Precisamente antes de cerrar esta gestión, reiniciamos el operativo idoneidad supervisando a los funcionarios de los 19 ministerios del Poder Ejecutivo y acordando con la Contraloría un espacio de sinergia y actuación conjunta. Esperemos que el rector siga informando al país de sus resultados.
Las normas se convierten en poesía si no existe capital humano idóneo que las convierta en realidades. Por eso es crucial que el rector del sistema de recursos humanos del Estado preserve su autonomía técnica y continúe con la agenda de al menos estos cinco ejes estratégicos para que siga sirviendo al país. Un mejor servicio civil es un mejor servicio para todas las personas y eso nos incumbe a todos.
Arículo disponible en el Diario Gestión.