La primera escuela de estudios políticos de Venezuela


 Con motivo del inicio del nuevo año escolar en las universidades y que por esta época pero en el año de 1972, se daba inicio al  proceso de inscripción de los estudiantes que se iban a inscribir en la novísima escuela de estudios políticos de la UCV, que el año que viene conmemorará sus primeros 50 años de inicio de sus actividades  académicas, que se realizó en el primer trimestre del año de 1973, de la escuela de estudios políticos de nuestra alma mater, la UCV, es bueno recordar sus antecedentes, los egresados de la primera promoción entre otras cosas.

En, efecto, el antecedente inmediato de la creación de la futura Escuela de Estudios Políticos fue la creación del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela en 1958 y que inicios actividades en febrero de 1959. Fue dirigido, desde ese mismo año hasta 1979, por el destacado constitucionalista y politólogo Manuel García-Pelayo, padre indiscutible de la ciencia política en Venezuela. En el Instituto de Estudios Políticos se impartían cursos monográficos, con una matrícula de 61 alumnos en sus inicios. Al cabo de una década, en 1968, la matrícula había aumentado a 147 alumnos. La mayoría de los profesores de la futura Escuela de Estudios Políticos se formaron en este instituto. Fueron sus padres fundadores debo mencionar en ese sentido, ya que omití involuntariamente su nombre en anterior artículo a Haydee Farias, una de mis profesoras fundamentales, cuando dictó la materia Historia de los Movimientos Sociales, en 1981.

         Deseo citar al maestro juan Carlos Rey baluarte de los profesores fundacionales de la escuela de estudios políticos, en un trabajo que publicó en la Politeia 50, vol.36, año 2013, Recuerdos sobre la creación y los primeros años del Instituto de Estudios Políticos de Caracas que todo politólogo debería leer” … Es significativo que el primer decano de la Facultad en la nueva etapa democrática, Andrés Aguilar Mawdsley, responsable de la decisión de crear el Instituto, pasó de ocupar tal cargo a ser Ministro de Justicia, como parte de la cuota que correspondía al Partido Copei, de acuerdo con el Pacto de Puntofijo, en el primer gobierno de Rómulo Betancourt. Y no será menos significativo que el Decano que tomara la decisión final de crear la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos, sea Enrique Pérez Olivares, quien al terminar su período como tal se incorporó a ocupar varios importantes cargos como ministro en el primer gobierno copeyano que conoció el país, el de Rafael Caldera. Lo cual demostraba que Copei, como partido con verdadera vocación de gobierno, estaba especialmente interesado en desarrollar un centro de enseñanza de calidad, que sirviera para la formación en estudios políticos de los futuros altos empleados públicos, interés que era compartido por los líderes de AD más lúcidos, como Rómulo Betancourt…”

 El 11 de octubre de 1968, efectivamente es nombrada la Comisión para la creación de una Escuela de Estudios Políticos fue nombrada por el Consejo de la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela. Esta Comisión estaba formada por el Dr. Manuel García-Pelayo, que la presidía; los Dres. José Guillermo Andueza, Carlos Leáñez, Antonio Moules Caubet, Humberto Njaim y Gustavo Planchart Manrique como miembros. El profesor Juan Carlos Rey fue nombrado secretario. Los asesores del comité fueron los profesores Juan Sánchez Covisa, J.M. Vidal y Hans Joachim Leu. 

          El 29 de agosto de 1969 se finalizó el informe sobre la creación de la Escuela de Estudios Políticos, que será la base del funcionamiento académico-teórico y académico-administrativo de la naciente escuela, de esa naciente esfera del saber en el país. 

         El 16 de abril de 1971, siendo Decano de la Facultad de Derecho, el Profesor Dr. Luis Henrique Farías Mata, se designó al Dr. Carlos Leáñez para que iniciara la organización del plan de estudios, las cátedras, los departamentos, así como el reclutamiento y selección de los recursos humanos que impartirían las clases a los futuros alumnos. Este trabajo de organización y montaje académico-docente culminó el 30 de septiembre de 1972, en el último trimestre de ese año se empiezan a inscribir en la escuela sus futuros alumnos.

         Ahora bien, quien realmente se desempeñó como el primer director de la Escuela de Estudios Políticos, en el inicio de la parte operativa de las actividades académicas con los estudiantes, fue el profesor Nelson Socorro, desde el 1 de octubre de 1972 hasta el 1 de junio de 1975.

         Los profesores Hans Joachim Leu, Ricardo Combellas y Maruja Delfino, serán los directores con los que conviviré durante esos hermosos años en mi Alma Mater, a ellos mi eterna gratitud por su amistad, cariño y rigor académico. Asimismo, no debo dejar de mencionar la destacada labor en esta fase embrionaria de la creación de la Escuela, la tenaz labor del entonces Decano de la Facultad de Derecho, el eminente venezolano Enrique Pérez Olivares, por su decidido esfuerzo en la institucionalización académica de los estudios de ciencia política en la UCV, antes de aceptar la designación como Ministro de Educación de Rafael Caldera en su primer gobierno.

         En el primer trimestre, más concretamente en el mes de enero año del año 1973, abrirá sus aulas la primera escuela de Estudios Políticos y Administrativos (EEPA) del país, que graduará los primeros licenciados en Ciencias Políticas el 14 de marzo de 1978, en tres sub-especialidades: politología, relaciones internacionales y administración pública. Proceso, ininterrumpido desde 1978, hasta el 21 de julio del 2022, la próxima cohorte deberá egresar a finales del año 2022 o inicios del año 2023.

       El politólogo puede cumplir diversos roles en la sociedad como docente, investigador, asesor o consejero de grupos de interés, como funcionario en la administración pública y privada, como consultor, dentro de los centros de servicios de investigación, en el periodismo de opinión y, finalmente, también podría incursionar en el ejercicio de la praxis política, elevando así la calidad del debate político y la cultura política del país.

     La ciencia política seguirá haciendo importantes aportaciones al análisis del sistema político, de su democracia, de su entorno internacional, porque es su principal nutriente: su pluralismo y diversidad. En definitiva, el politólogo es responsable de la proyección de nuevas ideas y de la creación de un entorno propicio para el desarrollo de la conciencia social y la construcción y fortalecimiento de la democracia en nuestras sociedades.

        Cabe destacar que los estudios de ciencia política y sus herramientas de análisis están pasando por un proceso de aggiornamento, que deberá adaptarse a las nuevas reformas curriculares para seguir una combinación virtuosa de enfoques neo-institucionales e histórico-institucionales, con la era digital y los nuevos aportes teóricos.

         Además, adaptarse a los enfoques intertransdisciplinarios para comprender las nuevas complejidades de la realidad, tanto estructurales como sociológicas, económicas y culturales, estudiando las reglas del juego político, las asimetrías de poder, los conflictos sociales, económicos y culturalmente heterogéneos, así como los procesos de globalización que se presentan hoy en día.

         Por último, quiero ofrecer un homenaje a algunos de los egresados, especialmente de las primeras 10 promociones fundadoras de la escuela, que abrieron el camino de la ciencia política en el país, en diferentes ámbitos, donde han tenido roles destacados, entre otros: Ángel Álvarez, José Humberto Briceño León, Miguel Manrique, Pedro Guevara, Leandro Area, Jorge Raydan Pabón, Carlos A. Romero Méndez, Miguel Vander Dijs, Francisco Yáñez, Lourdes Cobo, Beatriz Gerbasi, Gisela Gómez Sucre, Ismael Pérez Virgil, Pavel Rondón, Reynaldo Wulff, Carlos Zerpa, Eloi Lengrand, Eduardo Pozo, Bernardo Álvarez, Tony Beker, Beztzabeth Guevara, José A. Rodríguez, Adela Hurtado, Mary Mogollón, Ana Elena Zambrano, Eloísa Avellaneda, Eladio Hernández Muñoz, Oscar Hernández, Nelson Maica, Luís Salamanca, Belkis Zabaleta, Bettina Gianvictorio, Yolanda Istúriz, Eleyda García, María Auxiliadora Prince, Francisco Rodríguez y María Auxiliadora Rondón.

        Y, a mis compañeros de la segunda cohorte del año 1983, promoción, que éramos 39. En particular, quiero recordar con cariño y algo de nostalgia, entre otros compañeros, a Judith Hamilton, Mercedes Hernández, María del Carmen Martínez, Maximiano Guerra, Hernán Alvarenga, Eliesser López, Leticia Barrios, y a los que siguieron en promociones posteriores como Violeta Terralavorro, Carlos Eduardo Díaz Vivas, Enrique Achue, Alfredo Lozada, Luis Miguel Landaeta, Timoteo Zambrano entre muchos otros.

Artículo disponible en El Reporte Católico Laico.